Pasados los veinte años se fue a Buenos Aires “con lo puesto”. No llevó la guitarra porque había que pagar un sobreprecio. Fue a la “sucursal” y pidió para repartir diarios. Cuando juntó tres días mandó buscar la guitarra y se la enviaron. De día vendía diarios y de noche iba cantando tangos en los bares.
Quiso el destino que llegara a la vecina orilla una “Compañía” cubana donde estaba Issac Tantalora. Pedro presenció una de sus actuaciones en un estudio. Escuchar esa música fue lo que despertó en él esa pasión por la música que de niño tenía.
Issac y Pedro, con muchos puntos en común, comenzaron una amistad, tanto es así que cuando la Compañía se va, Issac se queda en Buenos Aires y forma junto a Pedro y Héctor Ramos el Trío Tropical.
Regresa a Montevideo porque su mamá adoptiva estaba enferma y recrea el Trío Tropical junto a Benito Ramos y Santiago Rodríguez Andrade.
Luego pasa por una etapa como “solista” hasta que en 1946 lo convocan a escribir para la comparsa “Libertadores de África”. Es entonces que escribe “Tierra de libres”, uno de sus más reconocidos candombes.
Por ese entonces ya tenía mayor contacto y reconocimiento de la gente: fiestas de la colectividad, Centro Uruguay... Comenzaba a cobrar cada vez más notoriedad que se consolida en la década del 50, con la comparsa Fantasía Negra y el surgimiento de Cubanacán.
De 1954 al 59 escribe y dirige Fantasía Negra: hacía arreglos musicales y corales. Esos cinco años ganaron el primer premio tanto en el concurso como en las Llamadas.
Después del ’56 es que nació la orquesta de Pedro Ferreira: Cubanacán. Es decir que, pasados los años, seguía admirando profundamente la cultura afrocubana y lo plasmaba en los títulos de sus composiciones. Tenía libros de Nicolás Guillén a quien conoció cuando el gran poeta cubano estuvo en Montevideo de febrero a noviembre de 1947, en el barrio Palermo.
Lamentablemente, no pudo visitar Cuba y puede decirse que ese fue el mayor deseo sin cumplirse del más grande del Candombe.
Las fiestas de la “raza” del Hotel del Prado, con la fiesta de presentación de las señoritas, donde se destacaba la presencia del gran Pedro y su Cubanacán han quedado indelebles en la memoria de las familias afros que las vivieron.
Cuando deja Fantasía Negra forma su comparsa “Los Dandys Cubanos” en 1963.
En 1964 sufrió un ataque hemipléjico que le afectó profundamente, no obstante “creó” para la “última” Fantasía. Falleció el 22 de agosto de 1980 de paro cardíaco.